Suicida
( Tribuna Universitaria, 20oct08 ) La muerte te pasea las horas como pasea el bisturí del cirujano el rastro de una cicatriz. Con el dorso del pie en barro antiguo y en el recuerdo el recuerdo de estos mismos caminos, y el recuerdo del dolor mezclado con este dolor nuevo; la muerte te pasea las horas esperando a sonrisa abierta mientras cuida la sombra de los buitres las venas descubiertas. Y sin embargo tú, mi corazón suicida, sales desnudo al sol que más calienta porque sabes de la luz que sabe a lo que huele el azahar y al continente donde se guardan las noches en las que fuiste feliz. Mi querido adicto a las cerillas cortas, te han vuelto a encontrar en los alrededores del pericardio un elevado porcentaje de fósforo. Se ve que estás cocinando un amor imposible y que a pesar de que el humo se filtre por tus aurículas, el ventrículo zurdo está ordenando a la aorta seguir el olor del fuego. Y detrás vamos el resto. Empuja la Curva Sur, káiser de los insurgentes, y de los pies en hormi...